Todos conocemos la famosa tradición de tallar calabazas en Halloween. Este fruto se convierte durante la ‘spooky season’ en el gran protagonista. Familiares y amigos se unen en sus casas para esculpir terroríficas caras en la cascara de un montón de calabazas. Naranjas, amarillas, más pequeñas o más grandes, cada una es única.

Sin embargo, muy pocos conocen cuál es el origen de las calabazas de Halloween. Si eres uno de los que ignora de dónde procede la costumbre de tallar calabazas durante estas festividades, este artículo te interesa.

No debes olvidar que en Kernel Export producimos calabazas con unas características especiales que las convierten en las calabazas de Halloween perfectas. Su fina piel facilita el tallado lo que te beneficiará a la hora de esmerarte en los diseños que dibujes sobre su cáscara.

¡Saca las palomitas que se viene historia!

Todo comienza con una leyenda irlandesa protagonizada por Jack el Tacaño (o en inglés “Stingy Jack”). Este hombre era un gran bebedor e iba haciendo el mal a su paso, por lo que no era bienvenido en el cielo. Su astucia le llevó a engañar al propio diablo con un juego bastante perspicaz.

Cuando este apareció para llevarse al protagonista de nuestra historia al infierno, Jack tan solo le pidió que lo acompañase antes a tomarse una última cerveza. El demonio, dubitativo, aceptó y lo siguió al bar.

Una vez finalizada su bebida, Jack le comunicó que no tenía dinero para pagarla y le pidió al diablo que se convirtiera en una moneda para poder saldar su deuda. Este aceptó, extrañado por la petición del borracho. Fue entonces cuando Jack atrapó el demonio transformado en moneda y lo llevó a su bolsillo en el que transportaba un crucifijo.

De esta manera, el diablo prometió a Jack no reclamar su alma si lo liberaba. Es entonces cuando nuestro protagonista, rechazado en el cielo y en el infierno, fue condenado a vagar por la oscuridad de la noche con tan solo la luz de una linterna que él mismo había realizado con un nabo.

Los inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos contaron esta historia, pero, debido a la superproducción de calabazas que estaba viviendo por aquel entonces el país, la leyenda se vio un tanto alterada. En vez de un nabo, Jack O Lantern deambularía por las tinieblas con un farol realizado con una calabaza.

Y así nació la famosa tradición de tallar calabazas en Halloween.

Este es el nombre que recibe un museo ubicado en Nueva York y que cada año expone miles de calabazas talladas a mano en su afán de crear un precioso espectáculo otoñal.

Este evento se viene celebrando desde 2005 y ha recibido más de 2 millones de visitantes desde entonces. Sus instalaciones ponen a disposición de sus invitados todo un juego de luces en el interior de estas calabazas que, junto con una banda sonora completamente original, genera una experiencia realmente mágica.

¿No suena fantástico?

¿No se te hace la boca agua de leer todas estas recetas? Cuéntanos en los comentarios qué te han parecido nuestras recomendaciones y no dejes de compartir alguna otra receta con calabaza que conozcas. 

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